La henna es un tinte natural que se prepara con la hoja seca y el peciolo triturado de la planta de Lawsonia alba Lam., un arbusto de la familia de las oleáceas.
A diferencia de los tatuajes permanentes o de aguja, que inyectan tinta debajo de la piel, para la henna no se utilizan ningún tipo de aguja y son pigmentos que descansan sobre la superficie de la piel.
La aplicación de la henna se realiza depositando la pasta sobre la piel. Es decir, no existe ningún proceso doloroso ni invasivo.
La piel absorbe la henna cogiendo su color, hasta que la pasta se seca y se cae. Una vez se ha caído la pasta, nuestra piel queda teñida con el diseño en un color naranja, y durante las siguientes 24-48 horas se oscurece hasta quedarse marrón.
El tatuaje de henna se mantendrá en la piel durante 1 o 2 semanas dependiendo de la piel de la persona, la zona del cuerpo y el cuidado.
¿Henna negra?
No existe la henna negra. Debido al deseo de una apariencia de "tatuaje negro", muchas personas han empezado a utilizar un colorante, la toxina PPD (ParaPhenyleneDiamine: parafenilendiamina) que pasa al torrente sanguíneo penetrando a través de la dermis, que no solo da alergia, quema y ulcera la piel sino que además se deposita en el hígado.
Por ello, la henna que utilizo es la marrón, que es la henna natural, la cual, además, tiene múltiples propiedades beneficiosas para nuestra piel. Tradicionalmente se ha utilizado la henna por sus virtudes curativas y para
problemas dermatológicos.
De esta forma, al asegurarnos de utilizar henna 100% natural, podremos decorar nuestra piel a la vez que la tratamos con productos naturales y beneficiosos para esta.
¿Apta para niños/as?
Como hemos comentado, la henna es un producto totalmente natural y beneficioso para la piel. Por tanto, siempre y cuando nos aseguremos de que es henna marrón y natural, no tiene ningún perjuicio para la piel, pudiéndola usar en todo tipo de pieles y edades.